El Quijote, en una primera aproximación, es
una sátira de los libros de caballerías. El Quijote
es un libro sobre la lectura, los libros y la literatura, de modo parecido a
esas películas que versan acerca del cine o aquellas pinturas ─Las Meninas, por ejemplo─ que representan
el arte de pintar. Así, la cinta La rosa
púrpura de El Cairo trata sobre los efectos del cine en los espectadores y
el soneto de Lope de Vega: Un soneto me
manda hacer Violante se
recrea en el propio acto de componer sonetos. La invención de la imprenta en el
siglo XV permitió progresivamente la multiplicación de los libros y el
surgimiento de un público lector, sin lo cual no podría haberse escrito el Quijote: la historia de un hidalgo rural
que ha reunido una voluminosa biblioteca, se ha enfrascado en la lectura y se
ha fascinado con los libros. Algo semejante sucede en la actualidad con
internet: una revolución transformadora de nuestros hábitos cognitivos y
vitales que seduce.
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